Post by lechu14 on Nov 28, 2005 12:33:39 GMT -3
Nalbandian y Ligato repitieron con éxito su duelo benéfico en Córdoba y tuvieron a Maradona en un cierre a puro fútbol-tenis.
¿Qué duda cabía de que la sola posibilidad de tener a Diego Maradona agregaba una razón más para sumarse al desafío solidario que el tenista David Nalbandian y el piloto de rally Marcos Ligato realizaron ayer a beneficio de diferentes instituciones de su provincia natal? A las diez de la mañana, cuando la movida arrancó en Unquillo, ciudad natal de David, el público se salía de la vaina por saber si el Diez iba a estar, a qué hora llegaría, dónde iba a parar y qué color de remera traería... Diegote finalmente apareció y terminó de potenciar una iniciativa que, como en su primera edición del 2003, fue un éxito rotundo.
Maradona aterrizó en el aeropuerto cordobés alrededor de las 16. Desde la pista, en un avión de la gobernación, lo trasladaron al hotel Howard-Johnson, donde Nalbandian y Ligato aún almorzaban con empresarios, autoridades y personalidades del deporte y el arte locales, que también aportaron a la recaudación. El Diez llegó justo para una subasta y se lució, llevándose las dos perlas. Primero se quedó con el buzo antiflama de Ligato a cambio de 7.500 pesos (el golfista Angel Cabrera había ofertado 6.800). Después no dio chance de competir: puso 25.000 pesos y se adueñó de la raqueta con la que Nalbandian derrotó a Roger Federer en la final del Masters de Shangai.
A esa altura, Ligato ya había superado a Nalbandian en el duelo matutino de rally, con los Mitsubishi Evo con tracción integral. Durante los tres primes corridos —Marcos se impuso en dos—, ambos fueron cambiando de navegantes para darles el gustito a distintos invitados. Para equilibrar, Ligato le otorgó al rubio ocho segundos de ventaja en cada serie. El Nø 6 del ranking ATP se llevó la primera por sólo medio segundo.
El cierre de lujo, con el partido de tenis y la expectativa de ver a Maradona, se produjo en el polideportivo Jorge Newbery de Río Ceballos, pueblo de Ligato. David daba ventajas: no podía sacar fuerte y jugaba en todo el ancho de la cancha. Iban 5-5 cuando el estadio explotó: Maradona se metió en el court, saludó a los muchachos y al público. Al toque se armaron tie breaks entre parejas. Nalbandian y Cabrera vencieron 7-4 a Ligato-Maradona y luego David y Diego les ganaron 7-5 a Marcos y el Pato. El juez fue Héctor Baldassi, que se sumó al show sacando varias amarillas. Cuando Ligato le hizo un punto a Nalbandian, de la tribuna bajó un "come on", el típico y odioso grito de Lleyton Hewitt. Después, David fingió un dolor en el tobillo y Ligato tiró: "Este parece Coria".
Al estilo La Noche del Diez, esta noche también cerró con un fútbol-tenis: Nalbandian-Maradona contra Ligato-Gancedo (Pipa le ganó a Diego un duelo de jueguitos con pelota de tenis). A los espectadores no les daban los ojos. Cuando iban 9-9, Baldassi marcó el final del partido. "Así ganamos todos", explicó el referí. Los protagonistas tiraron pelotas de tenis y fútbol a las tribunas y Diego recibió una redonda dorada firmada por Nalbandian y Ligato. Los tres volvieron a verse para la cena, un asadazo en la casa de la Coneja Baldassi. La obra estaba hecha: unas 15.000 personas pasaron un día espectacular y pusieron su granito para ayudar a muchas instituciones de bien público.
cortesia diario olé 28/11/2005.
¿Qué duda cabía de que la sola posibilidad de tener a Diego Maradona agregaba una razón más para sumarse al desafío solidario que el tenista David Nalbandian y el piloto de rally Marcos Ligato realizaron ayer a beneficio de diferentes instituciones de su provincia natal? A las diez de la mañana, cuando la movida arrancó en Unquillo, ciudad natal de David, el público se salía de la vaina por saber si el Diez iba a estar, a qué hora llegaría, dónde iba a parar y qué color de remera traería... Diegote finalmente apareció y terminó de potenciar una iniciativa que, como en su primera edición del 2003, fue un éxito rotundo.
Maradona aterrizó en el aeropuerto cordobés alrededor de las 16. Desde la pista, en un avión de la gobernación, lo trasladaron al hotel Howard-Johnson, donde Nalbandian y Ligato aún almorzaban con empresarios, autoridades y personalidades del deporte y el arte locales, que también aportaron a la recaudación. El Diez llegó justo para una subasta y se lució, llevándose las dos perlas. Primero se quedó con el buzo antiflama de Ligato a cambio de 7.500 pesos (el golfista Angel Cabrera había ofertado 6.800). Después no dio chance de competir: puso 25.000 pesos y se adueñó de la raqueta con la que Nalbandian derrotó a Roger Federer en la final del Masters de Shangai.
A esa altura, Ligato ya había superado a Nalbandian en el duelo matutino de rally, con los Mitsubishi Evo con tracción integral. Durante los tres primes corridos —Marcos se impuso en dos—, ambos fueron cambiando de navegantes para darles el gustito a distintos invitados. Para equilibrar, Ligato le otorgó al rubio ocho segundos de ventaja en cada serie. El Nø 6 del ranking ATP se llevó la primera por sólo medio segundo.
El cierre de lujo, con el partido de tenis y la expectativa de ver a Maradona, se produjo en el polideportivo Jorge Newbery de Río Ceballos, pueblo de Ligato. David daba ventajas: no podía sacar fuerte y jugaba en todo el ancho de la cancha. Iban 5-5 cuando el estadio explotó: Maradona se metió en el court, saludó a los muchachos y al público. Al toque se armaron tie breaks entre parejas. Nalbandian y Cabrera vencieron 7-4 a Ligato-Maradona y luego David y Diego les ganaron 7-5 a Marcos y el Pato. El juez fue Héctor Baldassi, que se sumó al show sacando varias amarillas. Cuando Ligato le hizo un punto a Nalbandian, de la tribuna bajó un "come on", el típico y odioso grito de Lleyton Hewitt. Después, David fingió un dolor en el tobillo y Ligato tiró: "Este parece Coria".
Al estilo La Noche del Diez, esta noche también cerró con un fútbol-tenis: Nalbandian-Maradona contra Ligato-Gancedo (Pipa le ganó a Diego un duelo de jueguitos con pelota de tenis). A los espectadores no les daban los ojos. Cuando iban 9-9, Baldassi marcó el final del partido. "Así ganamos todos", explicó el referí. Los protagonistas tiraron pelotas de tenis y fútbol a las tribunas y Diego recibió una redonda dorada firmada por Nalbandian y Ligato. Los tres volvieron a verse para la cena, un asadazo en la casa de la Coneja Baldassi. La obra estaba hecha: unas 15.000 personas pasaron un día espectacular y pusieron su granito para ayudar a muchas instituciones de bien público.
cortesia diario olé 28/11/2005.