Post by galan on Dec 12, 2005 15:29:54 GMT -3
BAJOFONDO EN COSTANERA SUR
Ayer por la noche, en el escenario que el gobierno de la ciudad arma en Costanera Sur (por donde pasaron Cerati e Ibrahim Ferrer entre otros) Bajofondo dió, sin ninguna duda EL SHOW DEL AÑO.
De más está decir que la entrada era gratuita y que la nochecita, fresca pero diciembre al fin, ayudó mucho. Pero la gente se arrimó con muchas ganas y llenó el lugar con buenísima onda. Ni una corrida, ni un problema. Solo disfrutar del espectáculo.
Para quien no vió nunca a Bajofondo y especialmente para aquellos que son reacios a la música "electrónica" porque siguen a Pappo y consideran que no es tocar música vale un poco aclarar el panorama. Lo único electrónico en Bajofondo es la batería. Y sí, sería hermoso escucharlos con una batería acústica, pero no serían ellos. El resto, todo tocado. Contrabajo, piano, guitarra, violín y bandoneón, un típico quinteto de tango, acompañado por un dj y un programador que se ocupa de los ritmos. La mayoría de las voces son en vivo (Santaolalla se canta todo, se ve que anduvo en eso del "grito primario") y no paran de subir invitados de lujo. Todos tocan UNA BARBARIDAD y con mucho estilo. No abundan los solos, mas bien escasean. La banda te pasa por encima.
Visualmente son impecables. Tres pantallas reproducían imágenes, algunas en vivo pero la mayoría maravillas grabadas en Buenos Aires y Montevideo. Se visten muy prolijos, todos con remeras lisas y de colores (me acorde de Eze, que lo viene pidiendo hace años). Y contagian, bailan, se divierten, agitan, ríen.
Ayer hubo dos entreactos. En el primero cantó un flaco (del cual no retuve el nombre, algo confundido por el humo de los carritos) que hizo tangos con el estilo de la vieja guardia. En el segundo nos maravilló Lágrima Ríos, una montevideana de 81 años que levantó a la gente a puro candombe y simpatía. No podíamos parar de bailar, especialmente con "Tengo un candombe para Gardel".
Y por todos lados las huellas del Río de la Plata. Y los turistas que miraban asombrados de semejante recital gratis. Y a mi que no me quedan dudas. Bajofondo es la banda del momento, porque como ninguna tiene todo el aire de Buenos Aires. Porque no se ponen ninguna etiqueta, no quieren ser ni chetos ni populares.
Si hubiera pagado cincuenta pesos, me hubiera ido conforme. Diganlé a Calamaro que el sábado haga dos por uno.
Ayer por la noche, en el escenario que el gobierno de la ciudad arma en Costanera Sur (por donde pasaron Cerati e Ibrahim Ferrer entre otros) Bajofondo dió, sin ninguna duda EL SHOW DEL AÑO.
De más está decir que la entrada era gratuita y que la nochecita, fresca pero diciembre al fin, ayudó mucho. Pero la gente se arrimó con muchas ganas y llenó el lugar con buenísima onda. Ni una corrida, ni un problema. Solo disfrutar del espectáculo.
Para quien no vió nunca a Bajofondo y especialmente para aquellos que son reacios a la música "electrónica" porque siguen a Pappo y consideran que no es tocar música vale un poco aclarar el panorama. Lo único electrónico en Bajofondo es la batería. Y sí, sería hermoso escucharlos con una batería acústica, pero no serían ellos. El resto, todo tocado. Contrabajo, piano, guitarra, violín y bandoneón, un típico quinteto de tango, acompañado por un dj y un programador que se ocupa de los ritmos. La mayoría de las voces son en vivo (Santaolalla se canta todo, se ve que anduvo en eso del "grito primario") y no paran de subir invitados de lujo. Todos tocan UNA BARBARIDAD y con mucho estilo. No abundan los solos, mas bien escasean. La banda te pasa por encima.
Visualmente son impecables. Tres pantallas reproducían imágenes, algunas en vivo pero la mayoría maravillas grabadas en Buenos Aires y Montevideo. Se visten muy prolijos, todos con remeras lisas y de colores (me acorde de Eze, que lo viene pidiendo hace años). Y contagian, bailan, se divierten, agitan, ríen.
Ayer hubo dos entreactos. En el primero cantó un flaco (del cual no retuve el nombre, algo confundido por el humo de los carritos) que hizo tangos con el estilo de la vieja guardia. En el segundo nos maravilló Lágrima Ríos, una montevideana de 81 años que levantó a la gente a puro candombe y simpatía. No podíamos parar de bailar, especialmente con "Tengo un candombe para Gardel".
Y por todos lados las huellas del Río de la Plata. Y los turistas que miraban asombrados de semejante recital gratis. Y a mi que no me quedan dudas. Bajofondo es la banda del momento, porque como ninguna tiene todo el aire de Buenos Aires. Porque no se ponen ninguna etiqueta, no quieren ser ni chetos ni populares.
Si hubiera pagado cincuenta pesos, me hubiera ido conforme. Diganlé a Calamaro que el sábado haga dos por uno.